EUROPA
PRESS
1 julio
2016
Investigadores del Instituto de Cáncer Dana-Farber,
en Boston, Massachusetts, Estados Unidos, en colaboración con científicos de la
Universidad de California, han identificado una vía molecular natural que
permite a las células quemar calorías en forma de calor en lugar de
almacenarlas como grasa.
Este hallazgo, que se
detalla en un artículo publicado en la edición digital de este jueves de la
revista 'Cell', plantea la posibilidad de un nuevo
enfoque para el tratamiento y la prevención de la obesidad, la diabetes y otros
trastornos metabólicos relacionados con la obesidad, entre ellos el cáncer.
El equipo, dirigido por
Bruce Spiegelman, director del Centro para el Metabolismo Energético y
En concreto, identificaron
una enzima, PM20D1, que es secretada por las células y desencadena la
producción de compuestos llamados aminoácidos N-acilo, los cuales desconectan
la quema de grasa de otros procesos metabólicos, permitiendo la pérdida de
peso. Estos "desacopladores" eran conocidos
como productos químicos sintéticos pero es la primera pequeña molécula natural
que se conoce con actividad de desacoplamiento.
Cuando inyectaron los
aminoácidos N-acilo en ratones obesos, que consumían una dieta alta en grasas,
los investigadores observaron pérdida de peso significativa después de ocho
días de tratamiento. La pérdida de peso fue total en el tejido graso.
"Estos datos sugieren realmente que PM20D1 o aminoácidos N-acilo por sí
mismos pueden emplearse terapéuticamente para el tratamiento de la obesidad y
otros trastornos asociados con la obesidad, como la diabetes y la enfermedad
del hígado graso", señala Spiegelman.
La grasa marrón -el color
lo proporciona la gran cantidad de mitocondrias, las "plantas de
energía" de las células-- se encuentra en los animales y en pequeñas
cantidades en los seres humanos, incluso mezclada con
grasa blanca en lo que se llaman células "beiges". Las mitocondrias
son el sitio de la respiración, es decir, la conversión de glucosa (de alimentos
consumidos) en la molécula de trifosfato de adenosina (ATP, por sus siglas en
inglés) que transporta energía química dentro de la célula para conducir sus
funciones.
Las células marrones queman calorías
Lo que es único acerca de
las células de grasa marrón es que consumen glucosa sin hacer ATP, lo cual se
conoce como "respiración desacoplada". En lugar de producir ATP, las
células marrones emplean su energía para quemar calorías almacenadas en la
grasa, liberando grandes cantidades de calor en el proceso.
Originalmente, las células
de grasa marrón evolucionaron para proteger a los recién nacidos de las
temperaturas frías, pero las investigaciones de Spiegelman y otros expertos
sugieren que la grasa marrón se puede aprovechar como un tratamiento para la
obesidad. Se está trabajando en laboratorios y empresas en elevar los
suministros de grasa marrón en las personas, por ejemplo, mediante la inyección
de la misma.
Antes del nuevo estudio de
Spiegelman, se creía que una proteína mitocondrial llamada UCP1 (disociación de
proteínas 1) era la única fuente de las células marrones con capacidad para
generar calor sin realizar ningún trabajo. UCP1 se encuentra exclusivamente en
las células de grasa marrón y beige.
Ahora, Spiegelman ha
encontrado una vía alternativa, independiente de UCP1, a través de la cual los
aminoácidos N-acilo pueden activar la quema de energía en las células y también
en el hígado. A su juicio, los resultados de pérdida de peso en ratones obesos
a los que se les administró aminoácido N-acilo eran "dramáticos y
necesitan evaluarse más en estudios científicos".